Este antiguo establecimiento ganadero ubicado en Malvina Norte, a 70 kilómetros de Esquina, cuenta con un casco centenario exquisitamente reciclado.

El viaje al establecimiento ya promete estimulantes aventuras porque desde que dejamos el asfalto y nos internamos en el campo comenzaremos a ver yacarés, ñandúes, tortugas, y muchos otros animales.

Al llegar a la estancia nos esperan los caballos y un carruaje antiguo que nos permitirá atravesar la llanura y el monte correntinos. A medida que nos acercamos al río es frecuente la observación de carpinchos, jabalíes, virachos y diversas aves del lugar.

Una mención aparte merece la presencia de su flora autóctona, ya que especies como el espinillo, algarrobo, ñandubay, timbó, lapachos y otras variedades deslumbran al visitante.

Progresivamente atravesaremos enormes pastizales y lagunas donde nuevamente la diversidad de flora y fauna conforman un rico ecosistema.

Al llegar al río Corriente, con sus inmensas playas de arena blanca, nos espera a sus orillas un delicioso asado bajo la sombra de un sauce.

El rio Corriente impacta porque su claridad ,conforma un verdadero espejo. Allí, además del contacto con la naturaleza, se produce un rico intercambio con los lugareños y baqueanos que comparten con nosotros sus nutridas vivencias, sus mitos regionales y alguna que otra frase en su idioma guaraní natal.